Cuando pensamos en la industria de la construcción pensamos en maquinaria pesada y obreros construyendo edificios. Sabemos que hay arquitectos e ingenieros que aplican su conocimiento y experiencia en el desarrollo de un proyecto. Sabemos que desarrollar un proyecto de construcción es una actividad multidisciplinaria que requiere de una constante coordinación. Sin embargo, algo que a veces ignoramos son los procesos que facilitan esa colaboración.

Antes de entrar al tema tecnológico, debemos indagar el aspecto humano de la colaboración. Cuando hablamos de proyectos de construcción, llámese infraestructura o edificación, se requiere de una constante comunicación entre los involucrados del diseño y construcción. A veces se corre con la suerte de que los encargados del diseño son los mismos que construyen, sin embargo, generalmente son departamentos distintos dentro de un monstro de empresa constructora. Entonces, ¿cómo podemos hacer una colaboración real entre diferentes disciplinas que interactúan en distintas etapas del proceso constructivo?

De soluciones tecnológicas, existen cientos de productos en el mundo que sirven para centralizar información, todo desde una simple carpeta en red, hasta un Dropbox u otras soluciones más dirigidas al sector. Antes de comprar cualquier producto debemos analizar la cultura colaborativa que implementamos internamente.

Integrated Project Delivery o IPD, es un proceso colaborativo que implementa una cultura completamente abierta y de comunicación constante entre todos los involucrados. Con IPD se premia el trabajo en equipo y se permite el input de todos los involucrados para encontrar una solución a un reto de diseño. Aunque la esencia de IPD no es jerárquica, si debe haber responsables para dar visto bueno a las decisiones del equipo, mismas que se someten a una revisión grupal y democrática. Este equipo se conforma desde la etapa de diseño e involucra a los encargados de construcción, así como un represente del dueño del proyecto ya que las decisiones tomadas en las etapas mas tempranas del diseño impactan directamente el costo de las actividades en construcción y puesta en marcha.

Para la implementación exitosa del IPD, debe existir un registro centralizado de todas las decisiones tomadas a lo largo del proyecto. Una especie de bitácora donde se puede ver un histórico del proceso de comunicación en cada uno de los ítems del proyecto. Esto permitirá aclarar posteriormente las decisiones y a su vez dar legitimidad a las mismas.

Una vez tenemos aterrizado este aspecto cultural, podemos empezar a ver las soluciones tecnológicas que puedan funcionar para nosotros. Empresas como Autodesk, Trimble, All Plan y Graphisoft ofrecen soluciones que se integran a su software diseño en automático para tales efectos. Aunque esto generalmente es bueno, para tomar una decisión final, debemos analizar costo/beneficio, requisitos de licenciamiento e implicaciones para nuestros colaboradores, ya que en algunos casos ellos deben adquirir licenciamiento adicional para ingresar a la plataforma. Por último, existen alternativas de desarrolladores independientes que pueden ofrecer soluciones que se integran a uno o varios paquetes de software para lograr el mismo alcance a una fracción del costo.

Para que una implementación tenga éxito, es importante que todos se unan y realmente establezcan un compromiso a utilizarla. No sirve de mucho si solo la mitad del equipo se compromete y realmente utiliza las herramientas disponibles. Lo que es un hecho, es que los retos de hoy en día se vuelven cada vez mas demandantes y las empresas empiezan a voltear a estas soluciones para optimizar sus procesos. Tal vez es momento que todos, grandes y pequeños volteemos a ver estas culturas que mejoran el proceso colaborativo sin importar donde nos encontremos.

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